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En muchas ocasiones, la situación económica no permite hacer frente a todas las obligaciones de pago en el momento en que se hace la compra. Por ello, las tarjetas revolving permiten pagar los productos o servicios que se adquieren a plazos, pagando intereses, y no a final de mes, como podría ocurrir con las tarjetas de crédito, o al momento, con la tarjeta de débito.

Qué son las tarjetas de crédito revolving

En los últimos años, sobretodo durante la crisis, este tipo de producto financiero ha crecido en cuanto a popularidad debido a la enorme flexibilidad que ofrece y sus alternativas de pago. Los intereses pueden alcanzar, en algunos casos, hasta un 32 % del precio total, lo que indica, a lo largo plazo, que se puede llegar a pagar mucho más de los consumido. El funcionamiento de este tipo de tarjeta es realmente sencillo.

Trabaja igual que una tarjeta de crédito, es decir, no hace falta que el titular de la tarjeta tenga fondos en su cuenta bancaria, pero con la diferencia de que se cuenta con la posibilidad de aplazar el pago si se desea, en lugar de realizarlo en el momento indicado.

Cada uno de los pagos se realizará según las condiciones pactadas previamente, pudiendo llegar a producirse altos niveles de interés. Por ello, es recomendable que se estudie correctamente este tipo de producto porque pueden producirse altos niveles de endeudamiento, puesto que este “revolving” o recarga automática, así como la elevación del límite por el proveedor, llevan a unos niveles excesivos, y casi imposibles de cancelar.

Cómo reclamar este abuso

En muchos casos, el tipo de interés de estas tarjetas puede llegar a considerarse abusivo. En este sentido, es posible reclamar la cantidad de la deuda basándote en la ley de usura o la Ley de Azcárate. Esta legislación es realmente antigua, con antecedentes en el Derecho Romano, ya que se mantiene en el ordenamiento jurídico desde hace más de un siglo. Esta ley indica, en su artículo 1, que se podrá reclamar la devolución de las tasas de interés cuando estas sean demasiado elevadas, y aceptadas por alguien que estaba pasando por un mal momento económico o no era consciente de lo que firmaba.  Y que lleva una vez calificado así el crédito, tener que devolver solo lo recibido, sin intereses, comisiones o seguros, que se han pagado durante toda la vida del contrato.

En este sentido, actualmente, en Viso Abogados contamos con más de 25 años de experiencia preparando casos de abuso y usura relacionados con las tarjetas revolving.  Con un éxito del 100%, hasta la actualidad, y un 95% de condenas en costas a la financiera.

Funcionamiento de este tipo de tarjetas

El funcionamiento de las tarjetas revolving puede ser muy variado, y permite realizar pagos independientemente del dinero líquido con el que se cuente en la cuenta corriente. A la hora de devolver el dinero se puede optar por abonar una cantidad variable cada mes, con porcentajes de interés que pueden variar entre el veinte y el treinta por ciento. Por otro lado, también se puede elegir pagar una cantidad fija con horquillas muy variables de tipo de interés. 

Asimismo, y aunque es menos probable, también existe la posibilidad de pagar a mes vencido como ocurre con las tarjetas de crédito habituales que conocemos. Esta opción también se puede encontrar para las tarjetas revolving, aunque los bancos no acostumbran a publicitarla, ya que es la que no aporta rentabilidad. Por ello, si consideras que tus intereses son abusivos, no dudes en interesarte por nuestros servicios.  Trabajamos a éxito, es decir que si no conseguimos ganar, no tiene coste para el cliente.

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